Apocalipsis Flamenco

f. 21r, La caída de Babilonia


Volver

San Juan no está presente en esta miniatura. Como en la miniatura precedente, también aparece representado el Vero Icono, en este caso sobre una banda de nubes azul oscuro flanqueado por dos bustos de ángeles azules con plumas. Un ángel anuncia que Babilonia la grande ha sido derruida, ya que se había convertido en un refugio para demonios y aves impuras. La ciudad amurallada tiene el aspecto de haber sido golpeada por un terremoto, con las murallas llenas de grietas y las torres desmoronándose. Un demonio peludo rojo y un pájaro han tomado posesión de la ciudad. Arriba, entre las nubes, flota un ángel cubierto de plumas que con una mano señala al ave de presa al tiempo que la sujeta por el ala izquierda con la otra. Tres hombres escapan de la ciudad a través del puente a cuyo lado opuesto se encuentra un grupo de cuatro personas entre las que hay un rey. El hombre justo detrás del él está vestido con una túnica azul, de mangas cortas pero muy anchas y lleva prendida su capucha con un broche. El hombre que está a su lado lleva a su vez un broche sobre un gorro flexible, al igual que dos de los hombres que están abandonando la ciudad. Detrás del grupo que espera, el mar está encrespado. Sus aguas fluyen en diagonal, de un lado a otro de la miniatura, atravesando el puente. Hay tres barcos en el mar, una galera, con la pronunciada curvatura de su quilla y su atalaya, y dos urcas con sus mástiles situados hacia la proa de la embarcación. La galera, que arrastra un bote, navega con la vela completamente inflada por el viento. La primera urca, con su vela enrollada y llevando un pesado cargamento, vaga entre las olas abandonada a su suerte al lado de un bote. En la urca más pequeña, detrás de la anterior, un hombre rema con todas sus fuerzas para evitar que su embarcación se precipite sobre las rocas de la costa. A sus pies tiene sacos blancos llenos de mercancías. Sobre la orilla caminan dos hombres, el primero de los cuales lleva un cinturón de oro a la altura de las caderas y unas calzas de dos colores. Detrás de él camina otro hombre con una túnica blanca de cuello alto. Los dos llevan corona. La corona del primer rey es un modelo típico, igual que las que aparecen en otras partes del manuscrito, mientras que la del segundo personaje es como una ancha banda de eslabones de oro.


f. 21r, La caída de Babilonia

Volver

f. 21r, La caída de Babilonia

San Juan no está presente en esta miniatura. Como en la miniatura precedente, también aparece representado el Vero Icono, en este caso sobre una banda de nubes azul oscuro flanqueado por dos bustos de ángeles azules con plumas. Un ángel anuncia que Babilonia la grande ha sido derruida, ya que se había convertido en un refugio para demonios y aves impuras. La ciudad amurallada tiene el aspecto de haber sido golpeada por un terremoto, con las murallas llenas de grietas y las torres desmoronándose. Un demonio peludo rojo y un pájaro han tomado posesión de la ciudad. Arriba, entre las nubes, flota un ángel cubierto de plumas que con una mano señala al ave de presa al tiempo que la sujeta por el ala izquierda con la otra. Tres hombres escapan de la ciudad a través del puente a cuyo lado opuesto se encuentra un grupo de cuatro personas entre las que hay un rey. El hombre justo detrás del él está vestido con una túnica azul, de mangas cortas pero muy anchas y lleva prendida su capucha con un broche. El hombre que está a su lado lleva a su vez un broche sobre un gorro flexible, al igual que dos de los hombres que están abandonando la ciudad. Detrás del grupo que espera, el mar está encrespado. Sus aguas fluyen en diagonal, de un lado a otro de la miniatura, atravesando el puente. Hay tres barcos en el mar, una galera, con la pronunciada curvatura de su quilla y su atalaya, y dos urcas con sus mástiles situados hacia la proa de la embarcación. La galera, que arrastra un bote, navega con la vela completamente inflada por el viento. La primera urca, con su vela enrollada y llevando un pesado cargamento, vaga entre las olas abandonada a su suerte al lado de un bote. En la urca más pequeña, detrás de la anterior, un hombre rema con todas sus fuerzas para evitar que su embarcación se precipite sobre las rocas de la costa. A sus pies tiene sacos blancos llenos de mercancías. Sobre la orilla caminan dos hombres, el primero de los cuales lleva un cinturón de oro a la altura de las caderas y unas calzas de dos colores. Detrás de él camina otro hombre con una túnica blanca de cuello alto. Los dos llevan corona. La corona del primer rey es un modelo típico, igual que las que aparecen en otras partes del manuscrito, mientras que la del segundo personaje es como una ancha banda de eslabones de oro.


Preferencias sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Para más obtener más información puedes leer nuestra política sobre cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón Aceptar o configurarlas o rechazar su uso haciendo click AQUÍ.