La belleza artesanal de los códices botánicos


La editorial M. Moleiro exhibe una treintena de réplicas de tesoros bibliográficos en el Jardín Botánico

 

 

Marta Moleón. MADRID

 

Prensa de usillo para dorar, chiflas para rebajar la piel, filete para gofrar, piezas en latón para estampar, bruñidores, plegaderas o entenallas para ceñir nervios. Es probable que la nomenclatura que define las técnicas de inmaculada artesanía con las que la editorial M. Moleiro clona tesoros bibliográficos remita a una belleza sonora comparable al resultado material de sus funciones. Desde códices milenarios que enseñan cómo convertir los metales en oro, hasta piezas de cartografía ilustradas con exuberantes iluminaciones procedentes de los albores del Renacimiento o pergaminos que resultaron fundamentales para conocer en detalle la historia de la lírica trovadoresca gallego-portuguesa, todos y cada uno de los «casi originales» (denominación con la que se refieren a las clonaciones de los incunables) que replican desde esta editorial, considerada la más prestigiosa del mundo especializada en dicha técnica, albergan un valor artístico incalculable y constatan, entre otras cosas, que la pervivencia del romanticismo de los oficios manuales también es posible en épocas de atropello digital.

 

El extraordinario códice «Discórides de Cibo y Mattioli» es uno de esos ejemplos divulgativos y pictóricos capaces de devolvernos al insustituible atractivo del origen de las cosas que la editorial ha querido utilizar como eje vertebrador de «Plantas y flores curativas en los códices iluminados (siglos X-XVI), la nueva exposición que propone el Real Jardín Botánico y que se exhibirá hasta el 22 de mayo en el Pabellón Villanueva.

 

La primera calabaza

Mientras recorremos atentamente la sala y nos deleitamos con el herbario de las «Grandes horas de Ana de Bretaña» –que contiene la primera ilustración de la calabaza en Europa–, curiosos tratados de alquimia y farmacología ilustrados con originales miniaturas de estilo bizantino que recomendaban aire y sueño para mantener la salud y evitar el estrés o una espectacular compilación de mapas de la «Cartografía de los Descubrimientos», lujosamente decorada con flora y fauna exóticas que servía como espejo de las novedades que el Nuevo Mundo trajo en aquel momento a los europeos, Manuel Moleiro, fundador de la editorial, nos revela que «el trabajo que hemos llevado a cabo con este códice, cuyo original se encuentra en la Biblioteca Británica, es sin duda fruto de las complicidades con las instituciones que los guardan. Estos manuscritos tienen tanto valor que a los originales no tiene acceso prácticamente nadie. La Biblioteca aportó el permiso necesario para que pudiéramos acceder al auténtico y llegamos a un acuerdo. La elaboración de esta réplica se traduce en tres años de trabajo allí. Cada página que clonamos hay que cotejarla con el original» explica sobre el proceder habitual del equipo a la hora de acometer cada trabajo y antes de profundizar en el preciosismo y el esmero con el que se llevan a cabo los procesos de clonado: «En este caso, las páginas del códice son de pergamino, por lo que nuestra reproducción tiene el mismo papel que el original y para ello hay que fabricarlo. Tiene el mismo tacto, el mismo grosor, el mismo olor», añade. Por heroico que pueda parecer, existe viabilidad en un negocio como el que Moleiro representa y que lleva funcionando desde el 91, ya que el comprador de estos tesoros sabe que adquiere obras únicas e irrepetibles porque, como reconoce el editor, «hay un componente de enorme valentía y amor en lo que hacemos».

 

DÓNDE:  Real Jardín Botánico. Madrid.

CUÁNDO:  hasta el 22 de mayo.

CUÁNTO: 6 euros.

 

 

Preferencias sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Para más obtener más información puedes leer nuestra política sobre cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón Aceptar o configurarlas o rechazar su uso haciendo click AQUÍ.