Libro de horas de Carlos de Angulema

Calendario: mayo, Justa de dos caballeros/hombres salvajes (f. 3r)


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A menudo en mayo se representa a un noble practicando la caza con halcón, con su montura y en un entorno natural menos domesticado que el jardín que se evoca en el mes de abril. Sin duda es en esta línea que se inscribe esta extraña ilustración donde se escenifica el enfrentamiento de dos caballeros protegidos tan solo con armaduras vegetales.

El tapiz verde que recubre el cuerpo de los hombres y sirve de testera para los caballos no logra disimular la piel peluda de los nobles contendientes. En realidad son hombres salvajes, que los artistas nórdicos e italianos del siglo XV gustaban de representar. Podían ser a la vez símbolo de la brutalidad, de la violencia sexual y de la animalidad que todo hombre lleva dentro, o, por el contrario, un símbolo positivo, protector de la casa cuando se representa armado con una maza o una lanza en la entrada de las moradas en los Alpes. A partir de 1400 el hombre salvaje se convierte en un elemento figurativo asociado a la caballería y su ideal […]. Así, quizás habría que interpretar esta justa como una parodia de la caza con halcón que sería de esperar en esta miniatura.
 

Séverine Lepape

Conservadora
Musée du Louvre


Calendario: mayo, Justa de dos caballeros/hombres salvajes (f. 3r)

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Calendario: mayo, Justa de dos caballeros/hombres salvajes (f. 3r)

A menudo en mayo se representa a un noble practicando la caza con halcón, con su montura y en un entorno natural menos domesticado que el jardín que se evoca en el mes de abril. Sin duda es en esta línea que se inscribe esta extraña ilustración donde se escenifica el enfrentamiento de dos caballeros protegidos tan solo con armaduras vegetales.

El tapiz verde que recubre el cuerpo de los hombres y sirve de testera para los caballos no logra disimular la piel peluda de los nobles contendientes. En realidad son hombres salvajes, que los artistas nórdicos e italianos del siglo XV gustaban de representar. Podían ser a la vez símbolo de la brutalidad, de la violencia sexual y de la animalidad que todo hombre lleva dentro, o, por el contrario, un símbolo positivo, protector de la casa cuando se representa armado con una maza o una lanza en la entrada de las moradas en los Alpes. A partir de 1400 el hombre salvaje se convierte en un elemento figurativo asociado a la caballería y su ideal […]. Así, quizás habría que interpretar esta justa como una parodia de la caza con halcón que sería de esperar en esta miniatura.
 

Séverine Lepape

Conservadora
Musée du Louvre


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