Beato de Liébana, códice del Monasterio de San Salvador de Tábara, Zamora

f. 18v, Conclusión alegórica del ciclo Cristológico: El pájaro y la serpiente


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Un águila o un pavo real. No hay acuerdo entre los estudiosos por lo que respecta a la identidad del ave.

El tema de la lucha del ave contra la serpiente, de amplia difusión en la Antigüedad mediterránea con anterioridad al cristianismo, dejó a los artistas cristianos la elección de interpretarlo entre la estilización oriental transmitida por Siria y las representaciones más naturalistas del mundo grecorromano antiguo, comprendido el bizantino. En este sentido, En, la pintora de este beato, decidió caracterizar al ave con un aspecto claramente oriental.

Lo habitual habría sido mostrar un águila, o una zancuda, atacando a la serpiente, uno de los tópicos figurativos más antiguos con que se trata de mostrar la lucha de dos poderes antagónicos. Sin embargo, En opta por la imagen oriental del pavo, ave jamás representada en este contexto, lo cual introduce un elemento novedoso en el antiguo topos del combate contra la serpiente e interpela sobre su significado. El pavo ha sido considerado tanto un símbolo de las almas ya introducidas en la eternidad del paraíso, como signo de la beatitud de los elegidos y de la inmortalidad que les ha sido prometida. Su difusión en otros manuscritos hispánicos occidentales se debe a su fuerza y originalidad.

El significado de la imagen queda explicado en el folio 19v, bastante alejado de la miniatura. Se representa la Encarnación de forma alegórica, o un retrato simbólico de Cristo venciendo al diablo a través de la lucha de un ave contra una serpiente.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia (Fragmento del libro de estudio Beato de Girona)


f. 18v, Conclusión alegórica del ciclo Cristológico: El pájaro y la serpiente

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Un águila o un pavo real. No hay acuerdo entre los estudiosos por lo que respecta a la identidad del ave.

El tema de la lucha del ave contra la serpiente, de amplia difusión en la Antigüedad mediterránea con anterioridad al cristianismo, dejó a los artistas cristianos la elección de interpretarlo entre la estilización oriental transmitida por Siria y las representaciones más naturalistas del mundo grecorromano antiguo, comprendido el bizantino. En este sentido, En, la pintora de este beato, decidió caracterizar al ave con un aspecto claramente oriental.

Lo habitual habría sido mostrar un águila, o una zancuda, atacando a la serpiente, uno de los tópicos figurativos más antiguos con que se trata de mostrar la lucha de dos poderes antagónicos. Sin embargo, En opta por la imagen oriental del pavo, ave jamás representada en este contexto, lo cual introduce un elemento novedoso en el antiguo topos del combate contra la serpiente e interpela sobre su significado. El pavo ha sido considerado tanto un símbolo de las almas ya introducidas en la eternidad del paraíso, como signo de la beatitud de los elegidos y de la inmortalidad que les ha sido prometida. Su difusión en otros manuscritos hispánicos occidentales se debe a su fuerza y originalidad.

El significado de la imagen queda explicado en el folio 19v, bastante alejado de la miniatura. Se representa la Encarnación de forma alegórica, o un retrato simbólico de Cristo venciendo al diablo a través de la lucha de un ave contra una serpiente.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia (Fragmento del libro de estudio Beato de Girona)


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