Beato de Liébana, códice del Monasterio de San Salvador de Tábara, Zamora

f. 63r, Prólogo: en la Sinagoga: mujer sobre la bestia


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La pintura se inspira en la de la gran prostituta de Babilonia, sólo que en este caso no monta sobre un monstruo de siete cabezas y diez cuernos y, además, aparecerá representada posteriormente en el folio 209r. La imagen de una mujer cabalgando sobre un cuadrúpedo cuenta con antecedentes desde la Antigüedad, sobre todo en el arte romano, cuando se representa a ciertas diosas procedentes del Mediterráneo oriental, como Isis, en Egipto, que cabalga sobre el perro Sothis; Cibeles, la diosa frigia de la fecundidad, que se mostraba cabalgando un león; Tanith, diosa cartaginense, que también monta sobre un león. Además, a estas deidades se las asocia a un árbol con el significado del árbol de la vida. Sin embargo, en el siglo X el significado primigenio del árbol ya había desaparecido, por lo que el árbol que aparece junto a la mujer sobre la bestia podría relacionarse con su condición de pecadora, ya que en algunos textos bíblicos citados por Beato se asocia la fornicación, como idolatría, a la imagen del árbol frondoso.

Como se narra en la explicación de los folios 63v y 64r, la mujer sobre la bestia significa “el vicio, las obras de maldad, los placeres, la fornicación, la impureza, la avaricia, el celo, el hurto, la envidia, la vanidad, la soberbia, la gula”.

A diferencia de otros beatos, esta miniatura del códice gerundense no ha sufrido ningún daño derivado del temor al mal de ojo o de una furia desatada contra quien representa la suma de las abominaciones, mostrando así el poder de las imágenes sobre los espectadores de determinados manuscritos.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Girona)

 


f. 63r, Prólogo: en la Sinagoga: mujer sobre la bestia

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f. 63r, Prólogo: en la Sinagoga: mujer sobre la bestia

La pintura se inspira en la de la gran prostituta de Babilonia, sólo que en este caso no monta sobre un monstruo de siete cabezas y diez cuernos y, además, aparecerá representada posteriormente en el folio 209r. La imagen de una mujer cabalgando sobre un cuadrúpedo cuenta con antecedentes desde la Antigüedad, sobre todo en el arte romano, cuando se representa a ciertas diosas procedentes del Mediterráneo oriental, como Isis, en Egipto, que cabalga sobre el perro Sothis; Cibeles, la diosa frigia de la fecundidad, que se mostraba cabalgando un león; Tanith, diosa cartaginense, que también monta sobre un león. Además, a estas deidades se las asocia a un árbol con el significado del árbol de la vida. Sin embargo, en el siglo X el significado primigenio del árbol ya había desaparecido, por lo que el árbol que aparece junto a la mujer sobre la bestia podría relacionarse con su condición de pecadora, ya que en algunos textos bíblicos citados por Beato se asocia la fornicación, como idolatría, a la imagen del árbol frondoso.

Como se narra en la explicación de los folios 63v y 64r, la mujer sobre la bestia significa “el vicio, las obras de maldad, los placeres, la fornicación, la impureza, la avaricia, el celo, el hurto, la envidia, la vanidad, la soberbia, la gula”.

A diferencia de otros beatos, esta miniatura del códice gerundense no ha sufrido ningún daño derivado del temor al mal de ojo o de una furia desatada contra quien representa la suma de las abominaciones, mostrando así el poder de las imágenes sobre los espectadores de determinados manuscritos.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Girona)

 


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