Beato de Liébana, códice del Monasterio de Santo Domingo de Silos, Burgos

f. 198v. El triunfo del jinete sobre la bestia


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La bestia, es decir, el diablo, y el pseudoprofeta –el pueblo de los malvados y sus jefes– luchan contra Cristo y la Iglesia, de la que saldrá vencedor. Las aves que comen son los santos, que se llenan con la carne de sus enemigos. La interpretación del texto se ha efectuado de forma diferente en los beatos de la familia I y II. El Beato de Osma (f. 152v) sujeta por el hocico a la bestia sobre la que cabalga un personaje desnudo. Se basa en el versículo 20 de la storia: bestia et pseudoprofeta capti sunt. Ello podría significar, en opinión de Williams, que tradicionalmente solo se ilustraba esta parte de la storia196. También está presente en los Beatos de la familia II, cuya composición difiere de la anterior.
Parece que nos hallamos ante una creación de Magio (f. 211r), seguida puntualmente en el Beato de Girona (f. 223v) y más libremente por Oveco (f. 173v) y Facundo (f. 242v). Las peculiaridades del Beato de Silos invitan a proponer de nuevo la inspiración en un códice perdido, aunque la idea compositiva genérica deriva del Beato de Escalada. La ilustración de los códices de la familia II comparte espacio con el texto y vienen ocupando medio folio o algo más. En el Beato de Silos se introducen algunas variantes que respetan más la storia. Los esbirros, de esfera social más elevada, sustituyen las porras por espadas; uno de ellos se dispone a apresar a la bestia, mientras el compañero levanta el arma para matar al falso profeta, uno de cuyos pies va a ser picado por un cuervo, mientras otro lo contempla agresivo, dispuesto a volar hasta él. Una tercera ave, pica la cabeza de un muerto desnudo en pie, postura obligada por motivos de espacio. El texto saturate sunt aves / de carnib[us] eor[um] explica el cometido de las aves devoradoras.
E[t uidi inquid bestiam...], inicial formada por la consabida mano humana sosteniendo una rama con dos hojas de ataurique evolucionado y una palma en el centro prolongada hacia la parte posterior. Color violado con líneas negras y amarillo.

Ángela Franco Mata
Jefa del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional
(Fragmento del libro de estudio Beato de Silos)


f. 198v. El triunfo del jinete sobre la bestia

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f. 198v. El triunfo del jinete sobre la bestia

La bestia, es decir, el diablo, y el pseudoprofeta –el pueblo de los malvados y sus jefes– luchan contra Cristo y la Iglesia, de la que saldrá vencedor. Las aves que comen son los santos, que se llenan con la carne de sus enemigos. La interpretación del texto se ha efectuado de forma diferente en los beatos de la familia I y II. El Beato de Osma (f. 152v) sujeta por el hocico a la bestia sobre la que cabalga un personaje desnudo. Se basa en el versículo 20 de la storia: bestia et pseudoprofeta capti sunt. Ello podría significar, en opinión de Williams, que tradicionalmente solo se ilustraba esta parte de la storia196. También está presente en los Beatos de la familia II, cuya composición difiere de la anterior.
Parece que nos hallamos ante una creación de Magio (f. 211r), seguida puntualmente en el Beato de Girona (f. 223v) y más libremente por Oveco (f. 173v) y Facundo (f. 242v). Las peculiaridades del Beato de Silos invitan a proponer de nuevo la inspiración en un códice perdido, aunque la idea compositiva genérica deriva del Beato de Escalada. La ilustración de los códices de la familia II comparte espacio con el texto y vienen ocupando medio folio o algo más. En el Beato de Silos se introducen algunas variantes que respetan más la storia. Los esbirros, de esfera social más elevada, sustituyen las porras por espadas; uno de ellos se dispone a apresar a la bestia, mientras el compañero levanta el arma para matar al falso profeta, uno de cuyos pies va a ser picado por un cuervo, mientras otro lo contempla agresivo, dispuesto a volar hasta él. Una tercera ave, pica la cabeza de un muerto desnudo en pie, postura obligada por motivos de espacio. El texto saturate sunt aves / de carnib[us] eor[um] explica el cometido de las aves devoradoras.
E[t uidi inquid bestiam...], inicial formada por la consabida mano humana sosteniendo una rama con dos hojas de ataurique evolucionado y una palma en el centro prolongada hacia la parte posterior. Color violado con líneas negras y amarillo.

Ángela Franco Mata
Jefa del Departamento de Antigüedades Medievales del Museo Arqueológico Nacional
(Fragmento del libro de estudio Beato de Silos)


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