En la parte superior encontramos a Cristo sufriendo, con una corona de espinas y sus heridas sangrantes. En la parte inferior izquierda observamos al dragón encadenado y lanzado al abismo. Al cabo de mil años será liberado y rodeará Jerusalén junto a su ejército.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Saber másx