Las Muy Ricas Horas del duque Jean de Berry

f. 51v, Encuentro de los magos


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El tema representado en esta miniatura deriva de las muy variadas tradiciones medievales relacionadas con la Adoración. En las Muy Ricas Horas, los Limbourg consagraron a este motivo dos iluminaciones distintas, la del encuentro de los magos y la de la Adoración propiamente dicha. En esta primera, lo que se ilustra es el encuentro de tres magos en un cruce de caminos elegantemente marcado con una construcción escultórica que sirve de eje divisorio para la composición. Este tipo de construcción se empleaba, en la época de las Cruzadas, para indicar a los peregrinos el lugar desde donde podía verse Jerusalén. El personaje que ocupa la parte inferior de la iluminación es Melchor, reconocible por su barba blanca. Según la tradición, Melchor era el más anciano de los tres magos y el encargado de traerle oro al Niño Jesús. A la derecha, Gaspar es más joven y no tiene barba. La procedencia oriental de Baltasar, situado a la izquierda, se indica con el uso de un turbante, así como por la presencia en esta parte de la imagen de animales salvajes, como los guepardos que aparecen a los pies de este tercer Rey Mago.

Naturalmente, la ciudad que se divisa a lo lejos es Jerusalén, si bien en ella, para agradar a Jean de Berry, los artistas hicieron figurar edificaciones típicamente parisinas, como la de Notre Dame y la abadía de Montmartre.

 


f. 51v, Encuentro de los magos

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f. 51v, Encuentro de los magos

El tema representado en esta miniatura deriva de las muy variadas tradiciones medievales relacionadas con la Adoración. En las Muy Ricas Horas, los Limbourg consagraron a este motivo dos iluminaciones distintas, la del encuentro de los magos y la de la Adoración propiamente dicha. En esta primera, lo que se ilustra es el encuentro de tres magos en un cruce de caminos elegantemente marcado con una construcción escultórica que sirve de eje divisorio para la composición. Este tipo de construcción se empleaba, en la época de las Cruzadas, para indicar a los peregrinos el lugar desde donde podía verse Jerusalén. El personaje que ocupa la parte inferior de la iluminación es Melchor, reconocible por su barba blanca. Según la tradición, Melchor era el más anciano de los tres magos y el encargado de traerle oro al Niño Jesús. A la derecha, Gaspar es más joven y no tiene barba. La procedencia oriental de Baltasar, situado a la izquierda, se indica con el uso de un turbante, así como por la presencia en esta parte de la imagen de animales salvajes, como los guepardos que aparecen a los pies de este tercer Rey Mago.

Naturalmente, la ciudad que se divisa a lo lejos es Jerusalén, si bien en ella, para agradar a Jean de Berry, los artistas hicieron figurar edificaciones típicamente parisinas, como la de Notre Dame y la abadía de Montmartre.

 


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