Libro del Golf 

f. 18v, enero, labores de invierno


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La imagen se desarrolla ante un paisaje invernal cuyo primer plano está ocupado por un campesino tomando impulso para cortar leña con su hacha, mientras una mujer recoge tablones que pone en su delantal. Detrás, en una casa, –una de cuyas paredes ha desaparecido con el fin de poder ver el interior–, dos campesinos sentados se calientan ante el fuego de una chimenea de piedra, signo de desahogo económico. Debe notarse cómo el tiro se sitúa alejado de la chimenea, junto al extremo de la casa, posiblemente por razones de compensación en la composición, para que no quede una zona excesivamente baja y vacía entre la iglesia y el molino: el hombre levanta la mano derecha, tal vez para protegerse del excesivo calor y de la luz; ella, sentada sobre una silla torneada de tres patas cortas y respaldo alto, signo de cierta riqueza, amamanta a un niño; entre ellos, media una mesa con un mantel sobre la que hay un jarro y una fuente con carne; debajo, un gato gris. En la parte posterior de la casa, una campesina se asoma junto con un buey. En el fondo, un molino de viento situado en un promontorio hacia donde un campesino lleva su carga; una iglesia de la que sale una persona mientras otras conversan o, simplemente, pasean, resguardadas en capas o ropas de abrigo con que protegerse del frío. El paisaje muestra algunos árboles desnudos con las ramas cubiertas de nieve.
El margen inferior de los dos folios está ocupado por la representación, utilizando la técnica de camafeo, de niños o jóvenes que arrastran trineos. La diversión con trineo se representa muy pronto, en el siglo XIV, junto con el patinaje. Se podían utilizar trineos de hueso, realizados con la mandíbula de un caballo, cuya talla se reserva a los niños más pequeños.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia


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f. 18v, enero, labores de invierno

La imagen se desarrolla ante un paisaje invernal cuyo primer plano está ocupado por un campesino tomando impulso para cortar leña con su hacha, mientras una mujer recoge tablones que pone en su delantal. Detrás, en una casa, –una de cuyas paredes ha desaparecido con el fin de poder ver el interior–, dos campesinos sentados se calientan ante el fuego de una chimenea de piedra, signo de desahogo económico. Debe notarse cómo el tiro se sitúa alejado de la chimenea, junto al extremo de la casa, posiblemente por razones de compensación en la composición, para que no quede una zona excesivamente baja y vacía entre la iglesia y el molino: el hombre levanta la mano derecha, tal vez para protegerse del excesivo calor y de la luz; ella, sentada sobre una silla torneada de tres patas cortas y respaldo alto, signo de cierta riqueza, amamanta a un niño; entre ellos, media una mesa con un mantel sobre la que hay un jarro y una fuente con carne; debajo, un gato gris. En la parte posterior de la casa, una campesina se asoma junto con un buey. En el fondo, un molino de viento situado en un promontorio hacia donde un campesino lleva su carga; una iglesia de la que sale una persona mientras otras conversan o, simplemente, pasean, resguardadas en capas o ropas de abrigo con que protegerse del frío. El paisaje muestra algunos árboles desnudos con las ramas cubiertas de nieve.
El margen inferior de los dos folios está ocupado por la representación, utilizando la técnica de camafeo, de niños o jóvenes que arrastran trineos. La diversión con trineo se representa muy pronto, en el siglo XIV, junto con el patinaje. Se podían utilizar trineos de hueso, realizados con la mandíbula de un caballo, cuya talla se reserva a los niños más pequeños.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia


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