Libro de los Medicamentos Simples

f. 162v


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Hay algunos que dicen que el bálsamo es un árbol, otros dicen que es un arbusto pequeño, y esto es verdad según Dioscórides, y aquellos que lo han visto. El bálsamo jamás crece más allá de la altura de dos codos. Se encuentra en Babilonia en un campo en el que hay siete fuentes, y es desde allí desde donde lo transportan y lo plantan en otros lugares. El bálsamo no tiene ni frutos ni flores. Hay que saber que durante el verano, se cortan un poco las ramas de este árbol, una vez cortadas o hecha una incisión en ellas, se cuelgan de allí frascos pequeños de vidrio en los que gotea el jugo que sale de las incisiones que se han hecho. Esta es la forma en que se recoge el bálsamo. Durante un año se recogen cuarenta libras de este jugo. Este jugo se llama opobálsamo y el arbusto bálsamo. Las ramas que se cortan, y luego se secan se llaman violobálsamo, y los frutos que tiene este árbol carpobálsamo. Estos frutos se pueden guardar, como mucho, durante tres años, ya que luego se empiezan a pudrir. El carpobálsamo bueno es el que es reciente, y no está ni agujereado ni desgastado por ser viejo. El violobálsamo se puede guardar durante dos años, pues luego se pudre. Se debe elegir la madera que cuando se parta o se rompa tenga cierta gomosidad o viscosidad por dentro, además de ser firme. Cuando la madera es vieja se hace polvo cuando se parte, lo que significa que está totalmente gastada a causa de su vejez. Estos dos, es decir el carpobálsamo y el violobálsamo tienen virtud de calentar y de confortar, pero el opobálsamo tiene una enorme virtud, y es caliente y seco en tercer grado. Pero, como es muy caro, se le falsifica y sofistica de muchas maneras. Hay algunos que venden trementina como si fuera opobálsamo, otros mezclan con la trementina un poco de opobálsamo bueno, para hacerle tener el mismo olor y se le parezca, y poderlo vender mejor. Hay otros que recogen el jugo del limonero y el de sus hojas y lo mezclan con trementina y un poco de azafrán de oriente. Otra falsificación es mezclar aceite de nardo con trementina. Hay autores que dicen que se puede distinguir el verdadero opobálsamo del falsificado de la siguiente manera: si se pone el verdadero opobálsamo en la punta de un trozo de hierro y se acerca al fuego, este arde. Pero la trementina arde de igual forma cuando se acerca al fuego. El maestro Dioscórides dice que si se pone una gota del verdadero opobálsamo en leche de cabra, esta se coagula, pero hay muchas cosas que coagulan la leche con las que podría estar falsificado. Hay otros autores que dicen que se debe mojar con opobálsamo verdadero un trapo muy fino, y luego se debe lavar el trapo, y si no se queda manchado en ninguna parte es que se trata del bueno.
El opobálsamo que es puro es de color cetrino o amarillento y no es claro. Se le puede reconocer del falsificado de la siguiente manera. Si se pone el verdadero opobálsamo con un punzón u otra cosa parecida en el fondo de una vasija con agua, éste permanece en el fondo. Si se le pone en el medio, permanecerá en el medio, y si se deja encima, allí se quedará. Se puede probar todavía de otra manera. Se pone agua en una vasija en la cual se mete también opobálsamo, luego se remueve el agua con un bastoncito u otra cosa parecida. Si el agua no se enturbia es que se trata de opobálsamo verdadero, si lo hace es falso. Otra forma de comprobarlo es la siguiente: primero lavarse bien las manos, después poner agua muy limpia en una vasija de plata o de cualquier otra cosa que también esté muy limpia, después poner una cierta cantidad de opobálsamo dentro de un trapo de tejido muy fino que debe estar perfectamente limpio. A continuación lavar el opobálsamo dentro del trapo en el agua. El opobálsamo verdadero se irá a un lado de la vasija, como si fuera mercurio, y la gomorresina con la que está falsificado se irá al otro lado. Pero si es todo del bueno, entonces no se saldrá del trapo, no se deshará y se quedará el mismo peso que se había introducido en un principio, pero si está falsificado no ocurrirá esto. Otra comprobación es pesar la misma cantidad de opobálsamo que de trementina. El verdadero opobálsamo debe pesar una tercera parte más que la trementina, si pesa más o menos es cierto que está falsificado. Algunos dicen que si se pone opobálsamo verdadero en el fondo de la palma de la mano, la agujerea. Esto es falso, pero lo que si es verdad es que si se pone en el paladar, calienta de tal forma el cerebro que parece que se va a encender. El opobálsamo tiene virtud de consumir, disolver y de atraer. Para limpiar las superfluidades de la matriz hay que dar a beber media onza de opobálsamo según algunos, y una dracma según otros, mezclada con vino. El opobálsamo expulsa el niño muerto, así como la placenta, y provoca el flujo menstrual retenido si se empapa un algodón con él y luego se aplica por debajo. Contra todo tipo de obstrucción de orina, contra la piedra en la vejiga, y todo tipo de opilación en estas partes causada por humor frío, se debe dar opobálsamo con vino o bien introducir en la verga, con la ayuda de una jeringuilla una mezcla de opobálsamo con aceite macacerino o muscelino. Primero se debe hinchar la verga y tenerla en agua caliente. También se puede untar por fuera con esta misma mezcla o con opobálsamo y aceite de cervuno. Contra la pasión ilíaca y el dolor de estómago de causa fría se debe dar un poco de opobálsamo con agua tibia. Contra todas la enfermedades antiguas de la cabeza se debe dar junto con una opiata apropiada para estas enfermedades. Para quitar las cicatrices que quedan después de las heridas, se debe mezclar el opobálsamo con cera, lo cual se pondrá encima de la cicatriz durante diez días, porque esta mezcla se puede guardar muy bien durante este tiempo. Si es necesario se puede continuar durante cuarenta días. Contra la fiebre cuartana y la cotidiana, se debe hacer primero una purgación como parezca conveniente, y luego se debe dar opobálsamo con vino. Contra las enfermedades de los oídos se deben aplicar unas pocas dentro. Contra el dolor de dientes se debe poner un poco dentro de la oreja del lado en que se tenga el dolor. El opobálsamo evita la corrupción de los cuerpos muertos, pero disuelve tanto como consume.


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Hay algunos que dicen que el bálsamo es un árbol, otros dicen que es un arbusto pequeño, y esto es verdad según Dioscórides, y aquellos que lo han visto. El bálsamo jamás crece más allá de la altura de dos codos. Se encuentra en Babilonia en un campo en el que hay siete fuentes, y es desde allí desde donde lo transportan y lo plantan en otros lugares. El bálsamo no tiene ni frutos ni flores. Hay que saber que durante el verano, se cortan un poco las ramas de este árbol, una vez cortadas o hecha una incisión en ellas, se cuelgan de allí frascos pequeños de vidrio en los que gotea el jugo que sale de las incisiones que se han hecho. Esta es la forma en que se recoge el bálsamo. Durante un año se recogen cuarenta libras de este jugo. Este jugo se llama opobálsamo y el arbusto bálsamo. Las ramas que se cortan, y luego se secan se llaman violobálsamo, y los frutos que tiene este árbol carpobálsamo. Estos frutos se pueden guardar, como mucho, durante tres años, ya que luego se empiezan a pudrir. El carpobálsamo bueno es el que es reciente, y no está ni agujereado ni desgastado por ser viejo. El violobálsamo se puede guardar durante dos años, pues luego se pudre. Se debe elegir la madera que cuando se parta o se rompa tenga cierta gomosidad o viscosidad por dentro, además de ser firme. Cuando la madera es vieja se hace polvo cuando se parte, lo que significa que está totalmente gastada a causa de su vejez. Estos dos, es decir el carpobálsamo y el violobálsamo tienen virtud de calentar y de confortar, pero el opobálsamo tiene una enorme virtud, y es caliente y seco en tercer grado. Pero, como es muy caro, se le falsifica y sofistica de muchas maneras. Hay algunos que venden trementina como si fuera opobálsamo, otros mezclan con la trementina un poco de opobálsamo bueno, para hacerle tener el mismo olor y se le parezca, y poderlo vender mejor. Hay otros que recogen el jugo del limonero y el de sus hojas y lo mezclan con trementina y un poco de azafrán de oriente. Otra falsificación es mezclar aceite de nardo con trementina. Hay autores que dicen que se puede distinguir el verdadero opobálsamo del falsificado de la siguiente manera: si se pone el verdadero opobálsamo en la punta de un trozo de hierro y se acerca al fuego, este arde. Pero la trementina arde de igual forma cuando se acerca al fuego. El maestro Dioscórides dice que si se pone una gota del verdadero opobálsamo en leche de cabra, esta se coagula, pero hay muchas cosas que coagulan la leche con las que podría estar falsificado. Hay otros autores que dicen que se debe mojar con opobálsamo verdadero un trapo muy fino, y luego se debe lavar el trapo, y si no se queda manchado en ninguna parte es que se trata del bueno.
El opobálsamo que es puro es de color cetrino o amarillento y no es claro. Se le puede reconocer del falsificado de la siguiente manera. Si se pone el verdadero opobálsamo con un punzón u otra cosa parecida en el fondo de una vasija con agua, éste permanece en el fondo. Si se le pone en el medio, permanecerá en el medio, y si se deja encima, allí se quedará. Se puede probar todavía de otra manera. Se pone agua en una vasija en la cual se mete también opobálsamo, luego se remueve el agua con un bastoncito u otra cosa parecida. Si el agua no se enturbia es que se trata de opobálsamo verdadero, si lo hace es falso. Otra forma de comprobarlo es la siguiente: primero lavarse bien las manos, después poner agua muy limpia en una vasija de plata o de cualquier otra cosa que también esté muy limpia, después poner una cierta cantidad de opobálsamo dentro de un trapo de tejido muy fino que debe estar perfectamente limpio. A continuación lavar el opobálsamo dentro del trapo en el agua. El opobálsamo verdadero se irá a un lado de la vasija, como si fuera mercurio, y la gomorresina con la que está falsificado se irá al otro lado. Pero si es todo del bueno, entonces no se saldrá del trapo, no se deshará y se quedará el mismo peso que se había introducido en un principio, pero si está falsificado no ocurrirá esto. Otra comprobación es pesar la misma cantidad de opobálsamo que de trementina. El verdadero opobálsamo debe pesar una tercera parte más que la trementina, si pesa más o menos es cierto que está falsificado. Algunos dicen que si se pone opobálsamo verdadero en el fondo de la palma de la mano, la agujerea. Esto es falso, pero lo que si es verdad es que si se pone en el paladar, calienta de tal forma el cerebro que parece que se va a encender. El opobálsamo tiene virtud de consumir, disolver y de atraer. Para limpiar las superfluidades de la matriz hay que dar a beber media onza de opobálsamo según algunos, y una dracma según otros, mezclada con vino. El opobálsamo expulsa el niño muerto, así como la placenta, y provoca el flujo menstrual retenido si se empapa un algodón con él y luego se aplica por debajo. Contra todo tipo de obstrucción de orina, contra la piedra en la vejiga, y todo tipo de opilación en estas partes causada por humor frío, se debe dar opobálsamo con vino o bien introducir en la verga, con la ayuda de una jeringuilla una mezcla de opobálsamo con aceite macacerino o muscelino. Primero se debe hinchar la verga y tenerla en agua caliente. También se puede untar por fuera con esta misma mezcla o con opobálsamo y aceite de cervuno. Contra la pasión ilíaca y el dolor de estómago de causa fría se debe dar un poco de opobálsamo con agua tibia. Contra todas la enfermedades antiguas de la cabeza se debe dar junto con una opiata apropiada para estas enfermedades. Para quitar las cicatrices que quedan después de las heridas, se debe mezclar el opobálsamo con cera, lo cual se pondrá encima de la cicatriz durante diez días, porque esta mezcla se puede guardar muy bien durante este tiempo. Si es necesario se puede continuar durante cuarenta días. Contra la fiebre cuartana y la cotidiana, se debe hacer primero una purgación como parezca conveniente, y luego se debe dar opobálsamo con vino. Contra las enfermedades de los oídos se deben aplicar unas pocas dentro. Contra el dolor de dientes se debe poner un poco dentro de la oreja del lado en que se tenga el dolor. El opobálsamo evita la corrupción de los cuerpos muertos, pero disuelve tanto como consume.


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