Splendor Solis

f. 27r, Mercurio


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Esta miniatura con la datación 1582 es la quinta de la serie de los planetas, aunque, en realidad, Mercurio ocupa el sexto lugar. Seguramente debido a un error del modelo, en el códice que nos ocupa las miniaturas de los planetas Venus y Mercurio quedaron intercambiadas, de modo que aquí Venus sigue a Mercurio25.

El dios planetario Mercurio recorre su órbita en un carro tirado por dos gallos de tonos grises. En la mano derecha sostiene su atributo, el caduceo dorado. El miniaturista representa la tierra, gobernada por el planeta Mercurio, como un paisaje urbano de calles, en el que los seres humanos se dedican a las artes, las ciencias y el comercio. El campo interior de la imagen muestra una redoma de cristal, colocada en un nicho semicircular, en la que vemos a una reina coronada, con un cetro de oro en la mano izquierda y una poma dorada en la derecha. La mujer, representada con el pecho desnudo, viste una toga clara y sandalias. Apoya sus pies sobre una cabeza dorada que hay en el fondo de la redoma. Se trata del planeta Mercurio, cuyo rostro, vuelto hacia abajo, está rodeado por un claro resplandor de rayos dorados. También la figura de la reina está rodeada por una resplandeciente aureola.

El motivo de la reina blanca en el vas hermeticum se remonta a una miniatura del Donum Dei. Al igual que en la doctrina cristiana de la salvación, se la identifica con la madre del joven príncipe quien, originalmente en la séptima y última ilustración de la serie de los planetas, simboliza, ya como rey rojo, la perfección de la obra. Así, la inscripción de la cartela de color que se encuentra en el manuscrito de Núremberg indica: «Filius natus ex me, major est me» (El hijo nacido de mí es mayor que yo). En su traje blanco, la reina representa al mismo tiempo la fase del albedo, de la Obra menor, la penúltima fase de la transmutación que permite producir la plata. Por otra parte, en esta representación de la reina apenas se aprecia su estado de gestación, del que sí se hace mención en la literatura de referencia26.

Jörg Völlnagel
(Historiador del Arte e investigador asociado de los Staatliche Museen zu Berlin)


f. 27r, Mercurio

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f. 27r, Mercurio

Esta miniatura con la datación 1582 es la quinta de la serie de los planetas, aunque, en realidad, Mercurio ocupa el sexto lugar. Seguramente debido a un error del modelo, en el códice que nos ocupa las miniaturas de los planetas Venus y Mercurio quedaron intercambiadas, de modo que aquí Venus sigue a Mercurio25.

El dios planetario Mercurio recorre su órbita en un carro tirado por dos gallos de tonos grises. En la mano derecha sostiene su atributo, el caduceo dorado. El miniaturista representa la tierra, gobernada por el planeta Mercurio, como un paisaje urbano de calles, en el que los seres humanos se dedican a las artes, las ciencias y el comercio. El campo interior de la imagen muestra una redoma de cristal, colocada en un nicho semicircular, en la que vemos a una reina coronada, con un cetro de oro en la mano izquierda y una poma dorada en la derecha. La mujer, representada con el pecho desnudo, viste una toga clara y sandalias. Apoya sus pies sobre una cabeza dorada que hay en el fondo de la redoma. Se trata del planeta Mercurio, cuyo rostro, vuelto hacia abajo, está rodeado por un claro resplandor de rayos dorados. También la figura de la reina está rodeada por una resplandeciente aureola.

El motivo de la reina blanca en el vas hermeticum se remonta a una miniatura del Donum Dei. Al igual que en la doctrina cristiana de la salvación, se la identifica con la madre del joven príncipe quien, originalmente en la séptima y última ilustración de la serie de los planetas, simboliza, ya como rey rojo, la perfección de la obra. Así, la inscripción de la cartela de color que se encuentra en el manuscrito de Núremberg indica: «Filius natus ex me, major est me» (El hijo nacido de mí es mayor que yo). En su traje blanco, la reina representa al mismo tiempo la fase del albedo, de la Obra menor, la penúltima fase de la transmutación que permite producir la plata. Por otra parte, en esta representación de la reina apenas se aprecia su estado de gestación, del que sí se hace mención en la literatura de referencia26.

Jörg Völlnagel
(Historiador del Arte e investigador asociado de los Staatliche Museen zu Berlin)


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