Beato de Liébana, códice del Monasterio de San Andrés de Arroyo, Palencia

f. 105r, Los dos testigos


Volver

Tres escenas ilustran un pasaje muy breve del Apocalipsis: la presentación de los dos testigos, su muerte y su resurrección y ascensión. Esta miniatura presenta a los dos personajes, mientras que su historia se verá en los folios siguientes.

Una escena totalmente simétrica muestra a los dos testigos bajo un cielo azul intenso plagado de estrellas. Dos frondosos olivos con frutos en los extremos de la imagen enmarcan a los testigos, como protegiéndolos. Dos candelabros de oro de un solo brazo separan a ambos personajes y marcan el eje central de la composición. Los olivos y los candelabros son los epítetos con los que se designa a estos dos personajes.

Ambos hacen gestos de dialogar y cada uno sostiene un libro cerrado, símbolo de la autoridad conferida a los profetas. De hecho, la forma de representarlos es la del retrato de un profeta, cuyos antecedentes se encuentran dentro de los retratos de autor de la Antigüedad y de apóstoles y profetas del arte paleocristiano.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Arroyo)


f. 105r, Los dos testigos

Volver

f. 105r, Los dos testigos

Tres escenas ilustran un pasaje muy breve del Apocalipsis: la presentación de los dos testigos, su muerte y su resurrección y ascensión. Esta miniatura presenta a los dos personajes, mientras que su historia se verá en los folios siguientes.

Una escena totalmente simétrica muestra a los dos testigos bajo un cielo azul intenso plagado de estrellas. Dos frondosos olivos con frutos en los extremos de la imagen enmarcan a los testigos, como protegiéndolos. Dos candelabros de oro de un solo brazo separan a ambos personajes y marcan el eje central de la composición. Los olivos y los candelabros son los epítetos con los que se designa a estos dos personajes.

Ambos hacen gestos de dialogar y cada uno sostiene un libro cerrado, símbolo de la autoridad conferida a los profetas. De hecho, la forma de representarlos es la del retrato de un profeta, cuyos antecedentes se encuentran dentro de los retratos de autor de la Antigüedad y de apóstoles y profetas del arte paleocristiano.

Carlos Miranda García-Tejedor
Doctor en Historia
(Fragmento del libro de estudio Beato de Arroyo)


Preferencias sobre cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Para más obtener más información puedes leer nuestra política sobre cookies. Puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón Aceptar o configurarlas o rechazar su uso haciendo click AQUÍ.