Un ángel entrega a san Juan, exiliado en la isla de Patmos, el pergamino donde escribirá sus visiones.
Cristo, con el rostro dorado y sujetando una espada de dos filos con la boca, ocupa el centro de la miniatura. Ante él, los siete candeleros de oro. Dispuestas en semicírculo a su espalda aparecen las siete Iglesias de Asia, llenas de pináculos góticos que el iluminador destaca en blanco. A la puerta de cada iglesia se asoma un ángel arrodillado, en actitud orante. Ante Cristo se arrodilla también san Juan, pintado por segunda vez.
f. 2r, Visión de Cristo entre las siete Iglesias de Asia
Un ángel entrega a san Juan, exiliado en la isla de Patmos, el pergamino donde escribirá sus visiones.
Cristo, con el rostro dorado y sujetando una espada de dos filos con la boca, ocupa el centro de la miniatura. Ante él, los siete candeleros de oro. Dispuestas en semicírculo a su espalda aparecen las siete Iglesias de Asia, llenas de pináculos góticos que el iluminador destaca en blanco. A la puerta de cada iglesia se asoma un ángel arrodillado, en actitud orante. Ante Cristo se arrodilla también san Juan, pintado por segunda vez.
Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación.
Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso.
Saber másx