Las Muy Ricas Horas del duque Jean de Berry

f. 26v, La Anunciación


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En este códice hay distintas series de oraciones repartidas temáticamente: Horas de la Virgen, Horas de la Cruz y Horas de la Pasión. Las Horas de la Virgen, las horas propiamente dichas porque corresponden a las principales horas del día, se acompañan e por escenas que representan los principales episodios de la vida de María y cada uno corresponde a una hora canónica. En la Anunciación María aparece ante un pupitre con un libro de oraciones, en una pequeña y delicada capilla. Cuando el ángel le tiende una flor de lis ella realiza un púdico y humilde gesto de sorpresa con la mano. Encima de la capilla, en la llamada cantoría, se observan otros ángeles menores que se regocijan y celebran la salutación con cantos y tocando distintos instrumentos. Los hermanos, Limbourg a pesar de lo tradicional del encuadre, despliegan su original talento para dotar a la escena de una gran belleza saliéndose del marco tradicional. Así, en el extremo superior izquierdo, el Dios Padre bendice el momento, mientras que, alrededor de la capilla, toda clase de querubines tocan instrumentos. En la parte inferior, rodeando un solemne triunvirato angélico, un oso y un cisne alegóricos sostienen las armas del Duque de Berry. Todos los elementos decorativos de esta imagen están trabajados con gran delicadeza y un gusto muy certero en el colorido.


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f. 26v, La Anunciación

En este códice hay distintas series de oraciones repartidas temáticamente: Horas de la Virgen, Horas de la Cruz y Horas de la Pasión. Las Horas de la Virgen, las horas propiamente dichas porque corresponden a las principales horas del día, se acompañan e por escenas que representan los principales episodios de la vida de María y cada uno corresponde a una hora canónica. En la Anunciación María aparece ante un pupitre con un libro de oraciones, en una pequeña y delicada capilla. Cuando el ángel le tiende una flor de lis ella realiza un púdico y humilde gesto de sorpresa con la mano. Encima de la capilla, en la llamada cantoría, se observan otros ángeles menores que se regocijan y celebran la salutación con cantos y tocando distintos instrumentos. Los hermanos, Limbourg a pesar de lo tradicional del encuadre, despliegan su original talento para dotar a la escena de una gran belleza saliéndose del marco tradicional. Así, en el extremo superior izquierdo, el Dios Padre bendice el momento, mientras que, alrededor de la capilla, toda clase de querubines tocan instrumentos. En la parte inferior, rodeando un solemne triunvirato angélico, un oso y un cisne alegóricos sostienen las armas del Duque de Berry. Todos los elementos decorativos de esta imagen están trabajados con gran delicadeza y un gusto muy certero en el colorido.


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