Dioscórides de Cibo y Mattioli

Laurel de Alejandría (Ruscus hypoglossum), f. 24r


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Vive en bosques de latifolios, en toda Italia y hacia el este de la región mediterránea; en España solo se conoce cultivada. Es muy parecida a la anterior, pero con aspecto herbáceo; además tiene unas lengüetas en la parte central junto a donde crecen las flores y después los frutillos rojizos. De ahí le viene el nombre griego de hypoglossum, «debajo de la lengua». Presenta propiedades medicinales parecidas a las de la especie anterior. Dioscórides indica que las hojas de hypoglossum «puestas en forma de una guirnalda, parecen útiles contra el dolor de cabeza». Laguna cuenta en sus comentarios que sus hojas o su raíz, pulverizadas y en vino, son un buen remedio contra los «sofocos femeninos» y para la «rotura de los intestinos», –aunque es una planta de toxicidad comprobada farmacológicamente y puede producir hemólisis. Además, indica que todos los jardines de Roma están poblados de esta planta, que se encuentra también en los tiestos y los albahaqueros: debía de ser una planta ornamental muy frecuente en el siglo XVI (véase también f. 135r).

Ramón Morales
Real Jardín Botánico de Madrid
(Fragmento del libro de estudio del Dioscórides de Cibo y Mattioli)

Laurel de Alejandría (Ruscus hypoglossum), f. 24r

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Laurel de Alejandría (Ruscus hypoglossum), f. 24r

Vive en bosques de latifolios, en toda Italia y hacia el este de la región mediterránea; en España solo se conoce cultivada. Es muy parecida a la anterior, pero con aspecto herbáceo; además tiene unas lengüetas en la parte central junto a donde crecen las flores y después los frutillos rojizos. De ahí le viene el nombre griego de hypoglossum, «debajo de la lengua». Presenta propiedades medicinales parecidas a las de la especie anterior. Dioscórides indica que las hojas de hypoglossum «puestas en forma de una guirnalda, parecen útiles contra el dolor de cabeza». Laguna cuenta en sus comentarios que sus hojas o su raíz, pulverizadas y en vino, son un buen remedio contra los «sofocos femeninos» y para la «rotura de los intestinos», –aunque es una planta de toxicidad comprobada farmacológicamente y puede producir hemólisis. Además, indica que todos los jardines de Roma están poblados de esta planta, que se encuentra también en los tiestos y los albahaqueros: debía de ser una planta ornamental muy frecuente en el siglo XVI (véase también f. 135r).

Ramón Morales
Real Jardín Botánico de Madrid
(Fragmento del libro de estudio del Dioscórides de Cibo y Mattioli)

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