Libro de la Felicidad

f. 84r, La montaña de las aves


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En esta pintura, que recuerda la famosa reunión de aves de todas las especies en busca de Dios que se describe en el poema místico de Farid al-Din cAttar Mantiq al-tayr (La conferencia de las aves), se ve a aves de muchas clases revoloteando en torno a un alto peñasco o posadas en él. Es fácil identificarlas como sendas parejas de abubillas, loros y perdices, una grulla, un pavo real, un halcón y otras siete de aspecto más genérico, dieciséis en total. En lo alto del peñasco hay una pequeña construcción cupulada de ladrillo rodeada por varias de las aves en vuelo.
La historia de la montaña de las aves está contada por varios geógrafos árabes y persas, entre ellos al-Qazvini, al-Qalqashandi, al-Mahalli y el autor del Kitab sukkardan. Todos coinciden en situarla en el Alto Egipto, cercana a las orillas del río Nilo. En cierto día del año se congrega alrededor de esa montaña un gran número de aves, que según los textos son blancas con el cuello y las alas negros, y una de ellas inserta el pico en la estrecha abertura de la cúpula y permanece así un año entero, al cabo del cual muere y otra ocupa su sitio. La única explicación de ese fenómeno es que se ven atraídas por un hechizo mágico. La miniatura, que es prácticamente idéntica a su modelo en el Kitab al-bulhan, muestra a una de las aves dirigiéndose a la estrecha abertura del edificio cupulado, momentos antes de introducir el pico. Aquí podría ser un pato, mientras que la pintura del Kitab al-bulhan muestra a una grulla ya unida a la cúpula.

Stefano Carboni
The Metropolitan Museum of Art
Conservador adjunto del Dpto. de Arte islámico
 (Fragmento del volumen de estudio del Libro de la Felicidad)


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f. 84r, La montaña de las aves

En esta pintura, que recuerda la famosa reunión de aves de todas las especies en busca de Dios que se describe en el poema místico de Farid al-Din cAttar Mantiq al-tayr (La conferencia de las aves), se ve a aves de muchas clases revoloteando en torno a un alto peñasco o posadas en él. Es fácil identificarlas como sendas parejas de abubillas, loros y perdices, una grulla, un pavo real, un halcón y otras siete de aspecto más genérico, dieciséis en total. En lo alto del peñasco hay una pequeña construcción cupulada de ladrillo rodeada por varias de las aves en vuelo.
La historia de la montaña de las aves está contada por varios geógrafos árabes y persas, entre ellos al-Qazvini, al-Qalqashandi, al-Mahalli y el autor del Kitab sukkardan. Todos coinciden en situarla en el Alto Egipto, cercana a las orillas del río Nilo. En cierto día del año se congrega alrededor de esa montaña un gran número de aves, que según los textos son blancas con el cuello y las alas negros, y una de ellas inserta el pico en la estrecha abertura de la cúpula y permanece así un año entero, al cabo del cual muere y otra ocupa su sitio. La única explicación de ese fenómeno es que se ven atraídas por un hechizo mágico. La miniatura, que es prácticamente idéntica a su modelo en el Kitab al-bulhan, muestra a una de las aves dirigiéndose a la estrecha abertura del edificio cupulado, momentos antes de introducir el pico. Aquí podría ser un pato, mientras que la pintura del Kitab al-bulhan muestra a una grulla ya unida a la cúpula.

Stefano Carboni
The Metropolitan Museum of Art
Conservador adjunto del Dpto. de Arte islámico
 (Fragmento del volumen de estudio del Libro de la Felicidad)


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