Lazzat al-nisâ (El placer de las mujeres)

f. 1v


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El Señor haga llegar esta obra a buen término.
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.
 
Alabado sea el Señor de los Dos Mundos, y sea próspero el final de los Creyentes; plegarias y bendiciones sobre su mensajero Muhammad y su familia y todos sus seguidores.
 
Sabed que esto se escribió para el rey conocido en todo el mundo por su buen nombre, su valor, su generosidad y su grandeza; en generosidad era como Hatim at-Tai y en gobierno y benevolencia era como Key Josró y Josró Anusiraván. Su nombre era Rajá Nabutaj. Tenía mil setecientas mujeres en su harén. Todas ellas eran hijas de reyes, enviadas desde todas las latitudes en reconocimiento de su fama. Día y noche se encerraba con ellas el rey. Solo las mujeres podían acceder a su intimidad. Tenía cuatrocientos visires prudentes, todos sagaces, competentes y entendidos como Bozorgmehr; en sus manos estaba la administración del país. Había un visir que descollaba sobre los demás; la filosofía le tenía siempre ocupado, y era extraordinaria su habilidad para amasar riquezas. El rey le había dado cincuenta millones de rupias y le había enviado junto al rey de Sarandib-e Surt. El nombre de este visir era Koka Pandit.
 


Traducción del texto del Lazzat al-nisâ realizada por:
Willem Floor (Investigador independiente)
Hasan Javadi (Universidad de California, Berkeley)
Hormoz Ebrahimnejad (Universidad de Southampton)


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El Señor haga llegar esta obra a buen término.
En el nombre de Dios, el Clemente, el Misericordioso.
 
Alabado sea el Señor de los Dos Mundos, y sea próspero el final de los Creyentes; plegarias y bendiciones sobre su mensajero Muhammad y su familia y todos sus seguidores.
 
Sabed que esto se escribió para el rey conocido en todo el mundo por su buen nombre, su valor, su generosidad y su grandeza; en generosidad era como Hatim at-Tai y en gobierno y benevolencia era como Key Josró y Josró Anusiraván. Su nombre era Rajá Nabutaj. Tenía mil setecientas mujeres en su harén. Todas ellas eran hijas de reyes, enviadas desde todas las latitudes en reconocimiento de su fama. Día y noche se encerraba con ellas el rey. Solo las mujeres podían acceder a su intimidad. Tenía cuatrocientos visires prudentes, todos sagaces, competentes y entendidos como Bozorgmehr; en sus manos estaba la administración del país. Había un visir que descollaba sobre los demás; la filosofía le tenía siempre ocupado, y era extraordinaria su habilidad para amasar riquezas. El rey le había dado cincuenta millones de rupias y le había enviado junto al rey de Sarandib-e Surt. El nombre de este visir era Koka Pandit.
 


Traducción del texto del Lazzat al-nisâ realizada por:
Willem Floor (Investigador independiente)
Hasan Javadi (Universidad de California, Berkeley)
Hormoz Ebrahimnejad (Universidad de Southampton)


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