Partiendo de Tholoman y siguiendo el curso del río Yang-tse hacia el norte durante doce jornadas, se atraviesan numerosas ciudades y castillos, aunque sin nada digno de mención destacada, hasta llegar a la espléndida y gran ciudad de Cugny.
Los habitantes de Cugny son idólatras y están bajo el dominio del Gran Khan. Viven del comercio y de la artesanía, y se destacan por fabricar telas magníficas a partir de la corteza de los árboles, especialmente utilizadas durante el verano. Son reconocidos también como buenos soldados y utilizan moneda de papel, prueba de que se ha entrado en las tierras donde circula la moneda del Gran Khan.
En estas regiones abundan los leones en tal cantidad que nadie se atreve a pasar la noche fuera de su casa. Cuando se navega por el río de noche, es necesario mantenerse alejados de las riberas, ya que los leones nadan hasta las embarcaciones y devoran a quienes pueden alcanzar. Son animales enormes, feroces y valientes; incluso en pareja son capaces de atacar a un león. Por eso, los viajeros siempre llevan consigo dos perros entrenados. Al encontrarse con un león, los perros se lanzan contra él, rodeándolo y mordiéndole la cola, las patas o donde puedan alcanzarlo. El león intenta defenderse y, en ocasiones, finge retirarse para luego girarse bruscamente e intentar atraparlos. Sin embargo, los perros son ágiles, esquivan sus ataques y continúan hostigándolo hasta que huye, buscando refugio en un bosque o junto a un árbol. Es entonces cuando los hombres, excelentes arqueros, tensan sus arcos y lo hieren de muerte. Así se libran los viajeros del peligro.
En esta regían se produce seda en abundancia, además de otras mercancías, que son transportadas por el río y sus afluentes, tanto aguas arriba como aguas abajo. Se navega durante otros doce días, pasando por muchas ciudades, cuyos habitantes, también idólatras y súbditos del Gran Khan, viven del comercio y la artesanía, y utilizan moneda de papel. Al cabo de este tramo se llega a la ciudad de Sindifu, ya mencionada anteriormente.
Desde allí se cabalga durante setenta días, atravesando provincias, villas y castillos descritos en su momento. Finalmente, se llega nuevamente a Cugny. Desde esta ciudad se continúa la marcha durante cuatro días, pasando por más ciudades y castillos. Sus habitantes, también idólatras, utilizan la moneda de papel del Gran Khan, su señor así se llega finalmente a Cacanfu, situada al sur, que forma parte de la provincia de Catay, de la que voy a hablaros a continuación.
Partiendo de Tholoman y siguiendo el curso del río Yang-tse hacia el norte durante doce jornadas, se atraviesan numerosas ciudades y castillos, aunque sin nada digno de mención destacada, hasta llegar a la espléndida y gran ciudad de Cugny.
Los habitantes de Cugny son idólatras y están bajo el dominio del Gran Khan. Viven del comercio y de la artesanía, y se destacan por fabricar telas magníficas a partir de la corteza de los árboles, especialmente utilizadas durante el verano. Son reconocidos también como buenos soldados y utilizan moneda de papel, prueba de que se ha entrado en las tierras donde circula la moneda del Gran Khan.
En estas regiones abundan los leones en tal cantidad que nadie se atreve a pasar la noche fuera de su casa. Cuando se navega por el río de noche, es necesario mantenerse alejados de las riberas, ya que los leones nadan hasta las embarcaciones y devoran a quienes pueden alcanzar. Son animales enormes, feroces y valientes; incluso en pareja son capaces de atacar a un león. Por eso, los viajeros siempre llevan consigo dos perros entrenados. Al encontrarse con un león, los perros se lanzan contra él, rodeándolo y mordiéndole la cola, las patas o donde puedan alcanzarlo. El león intenta defenderse y, en ocasiones, finge retirarse para luego girarse bruscamente e intentar atraparlos. Sin embargo, los perros son ágiles, esquivan sus ataques y continúan hostigándolo hasta que huye, buscando refugio en un bosque o junto a un árbol. Es entonces cuando los hombres, excelentes arqueros, tensan sus arcos y lo hieren de muerte. Así se libran los viajeros del peligro.
En esta regían se produce seda en abundancia, además de otras mercancías, que son transportadas por el río y sus afluentes, tanto aguas arriba como aguas abajo. Se navega durante otros doce días, pasando por muchas ciudades, cuyos habitantes, también idólatras y súbditos del Gran Khan, viven del comercio y la artesanía, y utilizan moneda de papel. Al cabo de este tramo se llega a la ciudad de Sindifu, ya mencionada anteriormente.
Desde allí se cabalga durante setenta días, atravesando provincias, villas y castillos descritos en su momento. Finalmente, se llega nuevamente a Cugny. Desde esta ciudad se continúa la marcha durante cuatro días, pasando por más ciudades y castillos. Sus habitantes, también idólatras, utilizan la moneda de papel del Gran Khan, su señor así se llega finalmente a Cacanfu, situada al sur, que forma parte de la provincia de Catay, de la que voy a hablaros a continuación.